9 preguntas, 9 respuestas en 9 pasos

Hace unos días una amiga publicó una historia en Instagram preguntando si había algún(a) bailarín(a) que le pudiera ayudar a contestar unas preguntas. Le pregunté si era necesario tener una formación dancística, a lo que ella me contestó que no. Me ofrecía a ayudarle. Durante el día de hoy me mandó las preguntas y a penas hace un momento se las mandé de regreso. Se los comparto, ya que hubieron algunas preguntas que me hicieron pensar en el camino que he tenido con la danza.


¿A qué edad iniciaste en el baile?

Desde pequeño, tengo muy claro que a mi mamá le gustaba/daba risa cómo bailaba. En ese entonces me gustaba mucho bailar la de “Más que tu amigo” de Marco Antonio Solís (en ese entonces tendría entre 6 u 8  años), una canción que mi mamá escuchaba mucho. Yo bailaba por gusto. Un día me hizo que bailara esa canción en casa de un tío en donde me vieron mis primas, primos, tía, tíos y no se quién más. También les gustaba/daba risa. Si algo noté desde esa vez, es que siempre buscaba crear una imagen. Esa canción tiene una parte que dice “en esta noche no hay más luna”, recuerdo que con mis brazos y manos, hacia movimientos circulares, aludiendo a la luna. No pensaba en el movimiento, sino en la imagen, lo demás lo resolvía mi cuerpo.

¿Por qué bailas en la actualidad?

Lo sigo haciendo por gusto. Nunca he recibido una educación dancística, pero siempre he bailado. Aquella ocasión que bailé en casa de mis tíos, algunos primos se rieron de mí, yo seguía bailando en mi cuarto y en la casa. No fue hasta en mi primer año de secundaria, entre cuatro y cinco años después de haber bailado en casa de mi tío, que volví a bailar a mi manera (descartando los bailables escolares). En esa ocasión fue para una calificación para mi clase de artes (estaba en otra etapa y escuchaba otra música: en esa clase bailé “Pose” de Daddy Yankee). Sigo bailando porque la danza ha sido un espacio que considero íntimo, es en donde conecto con la variedad de personalidades que fui, soy y busco ser. Actualmente, esta semana ha sido mi primer semana en Núcleo Antares, porque estoy en otro momento y esta vez deseo juntar lo que he hecho desde chico, con algo de técnica para ya no lastimarme al bailar y así prolongar el tiempo de baile a mi cuerpo.Ha sido un proceso de conocer géneros y explorar los movimientos de mi cuerpo.

¿Crees que la danza tiene su propio lenguaje?

Sí, creo que es el movimiento. Su pincel o su pluma, es el cuerpo mismo, porque pues al final de cuentas es a través del cuerpo en donde se genera y proyecta el movimiento.

¿Expresas sentimientos al momento de bailar?

Prefiero decir que son imágenes. La imagen como algo que te provoca a pensar en una secuencia. Como el ver un fotograma o pintura e imaginar el movimiento, la situación y el querer interpretar qué siente la persona o que está sucediendo en la escena ahí retratada. Eventualmente estas imágenes serán catalizadores a ciertos sentimientos, así que yo creo que sí hay algo de expresar sentimientos.

¿Qué sentimientos crees que tienen más protagonismo en la danza?

Los mismos que se proyectan en otras disciplinas artísticas como la literatura, la pintura o el cine: el miedo, el amor, la angustia, la felicidad, el orgullo, el poder y la debilidad, la vida y la muerte.

¿Qué sentimiento te resulta más fácil de expresar al momento de bailar?

El sufrimiento, con la música indicada, ya que es algo tan cotidiano y algo con lo que todos nos podemos conectar. Es un sentimiento indiscriminatorio, algo de lo que nadie puede escapar.

¿Qué tipo de movimientos utilizas para expresar ese sentimiento?

El apretarme y querer arrancar algo de mi piel (o arrancarme la piel), algo que no quiero tener y que se pega a mí, y yo sólo intento quitarmelo. O a veces es el alcanzar algo que se me escapa. No había caído en cuenta que el sufrimiento surge del deseo a algo: deseo de quitarme algo, de alcanzar algo, y esto, al no ser cumplido, provoca sufrimiento. 

Cuando haces esos movimientos ¿piensas en algún color? Si es así ¿cuál es?
No exactamente, pero pienso que el color es un catalizador importante que influye en el movimiento. A veces sí tomo en consideración el color de lo que traigo puesto, porque a veces me apoyo en ello al momento de bailar. Nunca será lo mismo bailar de noche o de día, con una playera blanca que con una camisa negra. Veo al color como  un escalón que me acerca a generar la imagen, pero el color como algo explícito, que está ahí, a diferencia de la imagen, que es algo que yo debo dibujar y que a veces llega al espectador y otras no.


PD: La danza es algo que atesoro y que a través de ella he logrado accesar a ese lugar al que las personas dejan de visitar cuando crecen. Es un espacio en donde soy yo y no soy nadie.

PD II: Esto ha hecho que me den ganas de entrevistar a gente…

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Soy Oscar

Bienvenidos a este espacio en donde coinciden la ficción y el cotidiano. Trabajo en un museo, estoy escribiendo una novela y me gusta hablar de astrología.

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